REPUDIO ANTE ATAQUE INCONSTITUCIONAL
En las últimas horas se ha estado ventilando en los medios noticiosos todo lo ocurrido ayer miércoles, 30 de junio de 2010 en el Capitolio. Se han escuchado y leído los argumentos tanto de los manifestantes cómo de los líderes del País para cuestionar o justificar sus acciones. Es también lamentable que esto se convierta en una “batalla” partidista donde se escucha decir de varios políticos que todo lo acontecido es motivado por agendas de otros partidos. Acción que desvirtúa y quita la atención del problema principal. Lo observado a través de los videos desmiente las descaradas declaraciones del Superintendente de la Policía y de los líderes políticos que han defendido lo ocurrido en el Capitolio. En las imágenes captadas en vivo se vio jóvenes y adultos, no sólo estudiantes, ejerciendo su derecho a protestar. Derecho avalado y defendido en la Constitución de nuestro País. Se vio la actitud retante y de poder de la Policía de Puerto Rico, representada allí, quien rompió la línea de piquete a la fuerza alegando que ellos tienen el deber de ejercer la ley y el orden.
Pregunto, ¿qué ley? ¿qué orden? Porque quien rompió la ley fueron ellos. Los manifestantes estaban ejerciendo su derecho a la libre expresión y lo estaban haciendo en orden. Por lo que se pudo apreciar, quien rompió el orden fue la Policía, estos fueron quienes con sus macanas y gas pimienta agredieron a un grupo de ciudadanos desarmados. En ningún momento se observa en los visuales de la prensa de todo el País jóvenes enmascarados, ni jóvenes armados con piedras, ni vandalizando ningún vehículo. Lo que sí se observó fue a un grupo de ciudadanos jóvenes y adultos defenderse ante los atropellos, los golpes a mal salva y las agresiones físicas y morales de quienes se hacen llamar defensores de la seguridad. ¿Con qué se defendieron? Con lo que tenían a la mano, botellas de plástico y zafacones huecos. Los policías no supieron canalizar la situación de tensión y explotaron como animales irracionales llenos de violencia y maldad.
Aquí tratan de desviar la situación haciendo alegaciones fantasiosas de estudiantes socialistas que quieren paralizar a Puerto Rico. Pero la realidad es, que lo que propició la concentración de ciudadanos a protestar fue la determinación completamente inconstitucional de prohibirle la entrada al público y a los fotoperiodistas a lo que se celebraba en el Hemiciclo. Acto que va en contra de lo que estipula nuestra Constitución. Es decir, la prohibición a la libertad de expresión, a la libertad de prensa y de la información. He leído de personas que cuestionan la protesta alegando que si este fuera otro País a los manifestantes los hubieran asesinado o arrestado. Pero mi gente no estamos en otro País, estamos en Puerto Rico, un País democrático que tiene el derecho a la libre expresión.
Esto no se trata de libertinaje como expresan muchos ignorantes de la ley, se llama defensa legítima a nuestra libertad como pueblo, hacer lo que se debe. Tampoco es irse por encima de la ley y de los procedimientos como dice el Superintendente de la Policía sobre los manifestantes. Al contrario, se trata precisamente de protestar y de defender que no se violente dicha ley. Como dijo Charles Evans Hughes: “A pesar de tener la democracia su organización y control, su fuerza vital radica en la libertad del individuo”. Si nosotros como ciudadanos no tenemos la libertad que demanda la democracia, entonces no hay democracia, ni organización, ni control. Julio Martí lo expresó claramente al decir: “Libertad es el derecho que todo hombre tiene a ser honrado, y a pensar y a hablar sin hipocresía....Un hombre que obedece a un mal gobierno, no es un hombre honrado”. Puerto Rico, tenemos que mantener nuestra dignidad.
CONSEJERA